Acerca de las tareas en la escuela
Las tareas en general para los adultos, y veo además que para los niños, implican una "actividad" aburrida algo que por lo general se desarrolla sin el mayor agrado dado el peso de obligación nada placentera que se tuvo cuando fuimos estudiantes y que sigue teniendo casi que para cualquier estudiante.
De qué forma los que estamos encargados de ser guías de pequeños y grandes podemos provocar en el estudiante la inquietud, o iniciativa, de que lo que está aprendiendo es importante y que vale realizar actividades o tareas por sí mismo para su propio beneficio y sólo por su propio beneficio? Parece una pregunta sin solución. Hay respuestas, desde mi punto de vista, de cajón: se encuentra en la motivación, el docente debe ... Es el ambiente familiar el que influye ... etc., si bien la última es muy importante y algunos padres procuramos hacerla: estar con ellos, quererlos, apoyarlos, no es suficiente cuando cae la rutina en las actividades que se realizan en las escuelas y desde luego en los hogares.
Los niños por lo general quieren llegar a sus casas a descansar, de la misma manera que los trabajadores queremos llegar a nuestras casas a descansar después del trabajo (consejo para quitar el estres y volver sanas las relaciones familiares). Desde este enfoque me acaban de relatar una experiencia en el colegio Salesiano de Duitama que me parece como anillo al dedo para el comento presente: Las tareas se realizaban en el colegio por los estudiantes en mesa redonda en grupos con el apoyo de una biblioteca como incentivo para el rendimiento había premios (no necesariamente costosos: algo de comer, un poster, etc.). Esta sugerencia sería una buena hipótesis de trabajo en cuanto a las tareas y la actitud desplegada por los estudiantes ante ellas.
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